Aparato circulatorio
Pintura. Óleo sobre tela de lino
195 x 292 cm
Su práctica se centra en la investigación sobre las propiedades de la pintura y constituye una reflexión acerca de las posibilidades del propio medio. Conocer los elementos que hacen que pintar pueda ocurrir, reconocer y rendirse a sus límites. Pintar es para el artista un gesto, un acto realizado por el impulso de un deseo, el deseo de ver algo, ese algo que todavía no es. Hacer visible esa fuerza que toma forma mediante la materia, el color y el trazo.
El espacio pictórico se establece por un conjunto de múltiples capas de pintura que se superponen y se niegan o se afirman entre sí. El cuadro como lugar, la pintura como imagen de un instante detenido, un presente material.
Aparato circulatorio parte del deseo de hacer dos imágenes que, colocadas juntas, funcionasen también como una sola. Una sería la representación de una forma hueca y la otra, la forma propia del hueco. Coca trabaja limita la gama cromática de la obra al rojo, azul, verde y un gris resultante de los anteriores. En su proceso dibuja y rellena las formas antes de proceder a romper su naturaleza estática mediante la destrucción de las formas construidas, generando así nuevas capas de pigmento y planos compositivos que acentúan la profundidad de la obra.
Al artista le interesa ese gesto de romper. Generar una tensión en el espacio pictórico por la contraposición de fuerzas y encontrar una armonía. Establecer la forma a través del trazo. Superponer capas y generar un espesor, hacer evidente el cuerpo de la pintura. Circular sobre la superficie del cuadro. Delimitar, vigilar el perímetro; entrar y salir de los márgenes. Ocuparlo todo. Quitar lo que sobra. Marcar un ritmo, avanzar y retroceder, o lo que él denomina ir hacia dentro.