2000 gramos de acrílico
2000 gr de acrílico
100 cm de diámetro
Carlos García Peláez cuestiona la facticidad cotidiana y la experiencia contenida de la pintura por medio de sus objetos pictóricos. Propone un volver a mirar lo mundano camuflado ahora con colores puros y brillantes.
A pesar de la trasgresión, el objeto se sigue pensando desde la pintura, pero esta vez lo representado se sustenta a sí mismo y por su propio peso se deforma. No existe lienzo que figure como soporte ni un marco que delimite fronteras.