Perspectivismos – ejercicios de desaparición (2020/en curso).
Los pueblos no contactados, o pueblos aislados, siguen rechazando cualquier contacto con la sociedad occidental. Los que se les han acercado afirman que de este aislamiento voluntario depende su supervivencia, ya que ni su modo de vida ni sus sistemas inmunitarios resistirían el encuentro con nuestro mundo. Y sin embargo los intentos de encontrarlos, observarlos, fotografiarlos no dejan de multiplicarse, a sabiendas de que estos gestos contribuyen de manera directa a su desaparición.
Este proyecto, más que empeñarse en representar los que eligieron la invisibilidad, se interesa en la fantasía generada por los que siguen sin llevar la marca de nuestra presencia. Cuestionando la relación del pensamiento occidental a lo desconocido, formula la hipótesis que allí podrían hallarse los orígenes del colonialismo y del antropocentrismo.
Las imágenes reunidas, encontradas en internet, fueron tomadas desde helicópteros, barcos, buses turísticos. Tienen en común su textura pobre, pixelizada, y la perspectiva vertical evocada por Hito Steyerl para definir la manera en que los dispositivos de vigilancia (drones, cámaras) cambiaron nuestro paradigma de representación del mundo.
Las fotografías están impresas con un proceso fotográfico antigüo a base de clorofila, que usa como materia fotosensible la clorofila de las plantas.
Este material vivo, imposibles de fijar totalmente, hace que las imágenes se siguen velando si están expuestas a la luz, para terminar desapareciendo por completo.
En el modo de mostración final, que se concibe como instalación fotográfica, las imágenes están ubicadas en la oscuridad total. Se hacen visibles gracias a una linternita de rayos UV que el visitante puede elegir de usar o no, sabiendo que la luz necesaria para mirar las imágenes será también la que provocará su desaparición.
Marianne Wasowska es licenciada en antropología y diplomada de la Escuela de Fotografía de Arles (ENSP). Ha sido miembro artista de la Casa de Velázquez en 2017 y recibió una beca en la Fundación BilbaoArte en 2018.