La nubecarcasa manda una señal silenciosa. La medallacircuito perimetrea con un chasquido circular. Las cuarzoletras se arrastran hasta el límite. Una globotecla explota de puro limón. Materiales que se constituyen como objetos sonoros que intentan permanecer y no pueden. Buscan reconfigurarse y ocupar otros cuerpos. Seducen a nuestros oídos, contándoles pequeños secretos, susurros a modo de confesiones, trucos útiles y aprendizajes cotidianos, que se resisten a quedar diluidos en la masa silenciosa de «a lo que no se le prestó atención».
Despechada tras un primer intento, la telehierba de plástico aguarda amenazante. La gomagafa latiguea. El virustarro acecha tóxico. La rejillolira saca su voz más áspera.
Esperan que los oiga alguna altavozaxila, que los acaricien dedosgujas, que los saboreen conchaslabios, y alejarse lo más posible de bombipapayas.
Quizás el futuro.
Actualmente se encuentra trabajando sobre la lógica de las máquinas sociales (Eromecánica), la comunicación entre generaciones que no coincidirán temporalmente (Susurrando el futuro), las transacciones entre agentes de índole diversa (Jugando con… y Conversando con el Parque de Doña Casilda) y las tecnologías relacionales (Tecnoblandas y Transarte).