Del 8 al 29 de octubre de 2021 la Sala Urazurrutia de BilbaoArte expone la obra de la artista británica Jessica Wetherly, becada en BilbaoArte durante 2020. Esta muestra de fotografía, escultura e instalación titulada «Tele.(gram) : frecuencias del bosque» se inaugura el 8 de octubre a las 19:00 horas, con entrada libre bajo aforo limitado.
La exposición podrá visitarse de lunes a viernes de 17:30 a 20:30, hasta el 29 de octubre. Uso de mascarilla obligatorio.
Jessica Wetherly (Inglaterra, 1989) se graduó con maestría en escultura en el Royal College of Art (Londres, 2019) con una beca en la Universidad de Texas (Austin, 2018). Premios recientes: Premio Nacional de Escultura Broomhill (2019); Premio Gilbert Bayes, Royal Society of Sculptors (2020), DYCP, Art Council England (2021). Exposiciones recientes: individualmente, Net: Camouflage, Blackbox UCA Farnham y Song of the Siren, Korai Project Space, Chipre; en grupo, Emergency 09, Galería Aspex; ONE, Proyectos Subsidiarios y Galería San Mai; Residency, 269 Muse Gallery; Correspondence en Exeter Phoenix y Broadway Gallery, y Ancient Deities, Arusha Gallery.
Jessica Wetherly es una artista londinense que trabaja principalmente en escultura e instalación. Su práctica refleja una fascinación tanto por la ciencia como por el simbolismo, presentando criaturas en paisajes curiosos y surrealistas, evocando preguntas sobre la intervención frente al colapso ecológico y la emergencia climática.
La obra observa la ecología, la cultura y la espiritualidad de personas y lugares, y la forma en que las historias convergen en el folclore y la ciencia ficción. En esta exposición, Wetherly reflexiona sobre el paisaje salvaje e industrial del País Vasco. Al observar la ubicuidad del efecto humano en el paisaje, una torre de comunicación que se asimila al bosque o una nueva carretera junto a una cantera de escombros excavados, busca usar esto como un lugar para comprender las frecuencias y perturbaciones de la actividad vegetal, animal y mineral que se infiltra en los márgenes, las brechas y la periferia de un terreno que desafía la domesticación.
En una reconstrucción de la imaginación, examina el paisaje como un encuentro vibrante e intercambio de materia, un lugar para resensibilizarnos a los lenguajes perdidos de vibraciones y fotoelectrones para conversar a través de barreras, para diversificar nuestra estética y crear espacios sugerentes de no saber. Wetherly cuestiona lo que vemos y creemos a través de la perspectiva limitada del espectro sensorial humano, construyendo una narrativa donde los árboles, las plantas y los hongos son vistos como personas, maestros, guardianes y parientes.
