“Construimos nuestras propias culturas no solo sobre los logros de aquellos que han llegado antes, sino también sobre sus ruinas”
Ken Robinson
El proyecto fotográfico realizado por Begoña Zubero en Mosul durante diciembre de 2018, entronca con su trabajo anterior en el que siempre ha estado presente el concepto de documento y sobre todo la importancia de la memoria.
El momento en que la cámara de Zubero se posa sobre Mosul coincide con el comienzo de la reconstrucción de una ciudad previamente arrasada, el momento en que la vida cotidiana se reanima con timidez entre las ruinas para que sus habitantes vuelvan ha recuperar los espacios que conforman parte de su antiquísimo pasado y entorno vital mas próximo.
Cuando llegas a una zona de conflicto por primera vez con un proyecto abierto además de una gran incertidumbre te acompañan noticias e imágenes de esa realidad generadas en un tiempo reciente. También te acompaña la duda de cual va a ser tu reacción y tu respuesta frente a una existencia que hasta ese momento has percibido de una manera bastante lejana y distorsionada.
Tanto el pai saje como las personas es tamos incrus tados en el tiempo, cuando destilas las primeras emociones concluyes que allí el tiempo es mas real, mas inminente, mas vital, por que a veces el tiempo allí puede ser un segundo. A su vez sientes el tiempo como historia, como una civilización milenaria y sofisticada a la que ni si quiera la reiterada atrocidad ni el mercadeo petrolífero logran doblegar. Pero la civilización no es un concepto abstracto, la conforma una cultura un modo de vivir, una estructura social, obviamente los artífices de la misma son las personas que en su cotidianidad, en su día a día van construyendo la historia reciente, en este caso con una tenacidad y una valentía realmente admirables.
NEEEV quiere huir del exotismo y adentrarse en una existencia que nos llega desvirtuada y que en nuestro imaginario occidental no tiene un referente adecuado de como transcurre su realidad, su presente.
Mi trabajo generalmente se basa en los espacios, arquitectónicos o de paisaje. Me interesa lo que ha ocurrido en ellos en su historia reciente para hablar de los sujetos que los habitan o los habitaron, me sirven como médiums para relatar lo que allí ocurrió o esta ocurriendo y por esto en general extraigo a las personas del resultado final pues creo que así se hacen mas presentes para el espectador. En Mosul la presencia del ser humano, sobre todo en las piezas de video, en mi trabajo no se ha colado tímidamente si no que ha entrado por la puerta principal, porque para hablar de la realidad sobre la que se sustentaba el proyecto no había mejor camino posible.
No es un proyecto estrictamente documental aunque una de sus patas se apoya firmemente en este registro, no es un trabajo de foto periodismo aunque jamás había trabajado con material tan cercano a zonas de conflicto, quiere ser una interpretación plástica a través de diversas piezas audiovisuales de una realidad muy presente, de la que aparentemente nos llegan infinitos datos, pero muy distorsionada y desconocida. Un calidoscopio desde el gran angular hasta el teleobjetivo para acercar al espectador a la sensación de incertidumbre y de dualidad de un presente en perversa repetición histórica.
Begoña Zubero (Bilbao, 1962) Estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid (1980-1985). Se formó como fotógrafa en el estudio de Isabel Matoses (Madrid) y en la School of Visual Arts de Nueva York (1987-1990). Desde sus primeros proyectos ha desarrollado una fotografía de tesis de impecable factura técnica, formal y estética, en la que la documentación e investigación le han permitido elaborar unas imágenes de gran calado intelectual. A lo largo de su carrera ha transitado distintos géneros, desde la fotografía realista de sus espacios urbanos y naturalezas muertas hasta su experimentación con la abstracción de la fotografía subjetiva.