Pretérito imperfecto gira en torno a varios recuerdos de infancia, al anhelo de unas vivencias estereotipadas y a la relectura, desde un punto de vista sociológico, de una infancia idealizada. Trabajo con los conceptos de creación como acto simbólico –creación/destrucción-, y de artificio como opuesto y sustituto de lo natural. La transformación de la madera -el árbol- o la tierra adquiere gran importancia simbólica. Cuestiono mi propio trabajo, así como el papel del individuo-creador en su sociedad y en la naturaleza.
El proyecto parte del recuerdo de una pequeña cabaña de madera que existió brevemente hace muchos años. En lugar de descansar sobre las ramas de un árbol, cuatro troncos, como las columnas de un hórreo, la elevaban apenas medio metro del suelo. Construcción y destrucción, sueño y realidad, convergen en ese tosco ensamblaje de maderas reutilizadas. Era, en esencia, una chabola de juguete sobre un árbol inerte y desmontado.
Helí García (Granada, 1983) vive y trabaja en Granada, ciudad donde nació y comenzó su formación artística, concluyendo la Licenciatura en la Akademia Sztuk Pieknych de Poznan (Polonia). Se dedica de lleno a la creación desde el año 2002. Su obra, avalada por numerosas instituciones culturales, se ha expuesto regularmente en varios países europeos.
La práctica de la pintura ha sido irrenunciable a lo largo de su trayectoria, pero su actividad está abierta a otros medios acordes a su forma de entender la expresión artística, libre y no dependiente de aspectos logísticos, tecnológicos o burocráticos.
Marcado por el trato directo e inmediato con el material, su trabajo se alimenta de una doble mirada, a lo global y a lo personal, para desembocar una y otra vez en cuestiones relativas a la posición del individuo-creador en la sociedad y en la naturaleza. En un discurso con abundantes matices irónicos, se suceden las alusiones a conceptos como el poder, la vanidad, el paso del tiempo o la inocencia.