LEO BURGE

Un cúmulo de rayas

Con interés en desarrollar los siguientes procedimientos en el contexto de la residencia BilbaoArte, trabajo en una serie de collages y bastidores de madera, primero coreografiando finas tiras (1-2mm) de cinta doble laminada por un lado con papel colorado y adherida a superficies de tono y materialidad variable. Pueden sugerir mapas de borrascas, cartografías del aire en movimiento. La palabra collage para una acumulación de líneas con resonancias morfológicas trazadas sobre hojas de papel puede resultar impertinente. Sin embargo, trato de ser fiel al término, practicando el corta-y-pega de materiales.

Además, para hallar algunos rasgos formales empleo hojas de calco y una punta de grafito, “exportando” y archivando concatenaciones de líneas, las más sinuosas o sensuales que encuentro. El trazo además puede conformar una simple ilustración, pero normalmente indica el paso entre dos y tres dimensiones, siendo éstas distintas formas de ponderar sobre un mismo suceso.

Si les interesa la presencia material de las obras, podrán apreciar la desenvoltura de éstas en sus bordes exteriores, y cómo sería prácticamente imposible de formular partiendo por ejemplo de bastidores prefabricados.

Labrar desde lo primario trae consigo consecuencias inesperadas. A veces pierdo el hilo, se me va de las manos, y en cuestión de horas o minutos me veo envuelto en un nuevo y a menudo absurdo propósito. Puedo llegar a creerme hacedor de prototipos y objetos de uso. Me genera algo de terror (del tipo epistemológico), pero es mejor seguir por la vía asumiendo las consecuencias. Considero algunos de los objetos aquí reportados imbuidos por ese terror y, si volvieran a preguntarme por la denostada cuestión de las dimensiones o bien de la escultura, seguramente temblaría nervioso.

Un paso para remediar el terror es situar y espaciar esos objetos. Si detienen la mirada sobre alguno de ellos, podrían preguntarse acerca de su valor de uso. A veces no es que estén inspirados en portaequipajes de bicicleta, paletas de pintar, tramas de corte lineal o barreras arquitectónicas, sino que directamente lo son o al menos han pasado por fases en que tal era su función. La mirada que viene a solventarlos como elementos para observar ocurre con el tiempo, después de un precipitado comienzo donde todo era urgencia y deseo de practicidad. Diría que estos objetos comienzan patear más allá del estado embrionario al reconocer en ellos un deseo de modulación específico al proceso creativo en cuestión.