CAJA DE MADERA PARA CLASIFICAR RECORTES

Fotografías que muestran fragmentos de mí,
fragmentos que gente cercana ha capturado.

Capturas unidas en una estructura de madera,
estructura que forma una instalación.

Instalación construida por pequeños espacios,
espacios llenos de objetos definitorios.

Objetos que intentan recrear mi identidad,
a través de mis rasgos representativos.

Una instalación que quiere reconstruir la identidad de la persona a través de su imagen fragmentada. Utilizando los objetos que la acotan y la definen. Un juego entre lo orgánico (lo real y lo físico) y lo patético (los sentimientos que generan).

Se trata de volver tangible la identidad, dotarla de un cuerpo para que exprese por sí misma. Pasar de lo abstracto a lo concreto.

La instalación creará un espacio para que todos los objetos que definen a la persona tengan su lugar, creando un contexto que pueda definir la personalidad. Sería como entrar en una habitación y ver qué hay dentro. Crear un espacio que le haga sentir a la persona retratada sentimientos de pertenencia y a los visitantes sensaciones de conocimiento.

Cómo puedo identificarme sin tener una conciencia completa sobre mí.

Pueden, acaso, mis rasgos representativos definir y recrear mi esencia.

Caja de madera para clasificar recortes es nuestra forma de mostrar la necesidad de conocer y replantear nuestra propia identidad.

Itziar Cantero (1992) y Naroa Gallego (1991) comienzan con este proyecto su andadura en el ámbito artístico, ya que hasta ahora todos los trabajos realizados estaban relacionados con el entorno audiovisual (cortometrajes, documentales, piezas experimentales, prácticas de realización en TV, programas de TV, voluntariados en festivales de cine…).

El interés por hablar sobre la identidad haciendo partícipe a cada uno de los espectadores, les ha llevado a trabajar en este contexto artístico.