Exposición: «Waving» de Marta van Tartwijk en URIBITARTE40

El 22 de marzo de 2024 la Sala URIBITARTE40 abre las puertas a su segunda exposición individual, titulada «Waving», con la obra de Marta van Tartwijk, becada en el centro de producción en 2023. Hasta el 21 de abril.

Waving es el último proyecto artístico de la artista catalana Marta van Tartwijk, residente en BilbaoArte en 2019 y 2023, concebido exprofeso para la sala municipal URIBITARTE40 de la Fundación BilbaoArte. La exposición parte de del trabajo desarrollado en su residencia y plantea una serie de piezas a caballo entre el dibujo, lo audiovisual, lo sonoro y lo escultórico. 

El título del proyecto juega con la no existencia de un término en español ni en euskera que recoja la doble acepción que contiene el vocablo inglés. “Waving”, gerundio del verbo “wave” significa ola, onda, una masa de agua curvándose y avanzando hasta la orilla, la propagación de una fluctuación en el espacio. Pero, “to wave” también es la acción que hace la mano al saludar. Esta palabra anuda un movimiento continuo de repetición en el paisaje y en el cuerpo, generando una correspondencia entre ambos. 

Este juego de espejos y repeticiones entre entorno y cuerpo es el que funciona como hilo conductor de los distintos trabajos presentados por la artista en la sala: I-II-III-IIII y Hand Movie, dos instalaciones producidas por la artista en su residencia en BilbaoArte en 2023; Es la imagen de un rio, una pieza producida específicamente para los ventanales de sala y realizada mediante láminas de aluminio grabadas en relieve con dibujos realizados a partir de fotografías de vegetación de la ría de Bilbao tomadas por la artista en sus paseos por la zona en el último año; y la instalación Waving, eje central del proyecto compuesto por dos proyecciones audiovisuales y una instalación sonora en la que se aúnan y confrontan la acción performativa que documenta el movimiento de cuatro cuerpos (Jara Roset, Katixa Goldarazena Azpirotz, Blanca Niemietz, y Marta van Tartwijk), un segundo vídeo de plantas grabadas en la oscuridad en el que el paisaje vegetal que vibra de maneras aleatorias con el viento y crea estampados vegetales, y una instalación con altavoces y micrófonos que va generando sonido en directo. 

La exposición se plantea como una especie de arquitectura contenedora sobre la que se vierte un mismo líquido que toma distintas formas, profundidades y opacidades. De ese modo, las obras funcionan entre sí como los afluentes de un mismo rio, construyendo en su totalidad un paisaje que aglutina preocupaciones en torno a la representación, el lenguaje, la materialidad y los gestos.

PROGRAMAS PÚBLICOS