IZARO IEREGI

(apuntes para) La ira neumática. Algunos animales como los patos tienen agujeros en sus huesos. Unos huesos neumáticos que les permiten experimentar la gravedad de manera totalmente diferenciada a la nuestra.

Pensar poéticamente sobre de la gravedad me permite utilizarla como un lugar desde el que pensar y crear propuestas para un sujeto más relacional desmontando la noción masculina de un sujeto erguido y vertical.

La gravedad es también una herramienta política. Paul B. Preciado en su última obra dedica un capítulo entero al uso político de la gravedad. Refiriéndose a los gestos o movimientos prohibidos del cuerpo fuera de la coreografía social establecida; por ejemplo, la gravedad del cuerpo de Rosa Parks y su negativa a levantarse de un asiento del autobús destinado a los blancos. Esta es una demostración de la ira a través del uso de la gravedad. La ira puede ser una emoción paralizante pero también activadora.

La rabia femenina ha sido fetichizada y por lo tanto se nos ha sido negada. Pienso en el tiro de Valerie Solanas a Andy Warhol. ¿Qué ocurre cuando la que aprieta el gatillo no es un hombre erguido? La violencia y la ira femenina son aberraciones de género. La rabia se sitúa en la cadera. La mandíbula es la segunda cadera.

Con estas dos partes del cuerpo como eje, he realizado una instalación en el estudio de BilbaoArte y he desplazado el estudio a la tercera planta para realizar algunos apuntes para la ira neumática. Junto con un grupo de personas hemos explorado la gravedad, los cuerpos suspendidos, arrastrados, inertes a través de ejercicios que activan la ira desde la experiencia precaria del sujeto actual.

Izaro Ieregi (Algorta, 1987). Trabaja desde la performance con noción escultórica; sensible a la vulnerabilidad, precariedad y potencialidad de los cuerpos.