Me interesa el espacio como los límites que acogen el lugar donde pasan las cosas. Entiendo ese lugar como el territorio donde la materia se mueve y se generan experiencias a partir de las lógicas que operan en la subjetividad. Me interesan los materiales y los cuerpos como materiales subjetivos. Me interesa mucho el movimiento y la ausencia de movimiento como devenir del deseo.
Deseo colocar cuerpo, objeto y espacio en relación. Esa relación tiene que ver con algo que transita entre lo plástico y lo performativo, lo estático y lo dinámico. Deseo desidentificar los cuerpos y los objetos, desejerarquizar, decir lo indecible, significar lo insignificable. Afectar a la materia y que la materia afecte. No me interesa dar un punto de vista. Me interesa la acción de mirar en sí misma, una mirada susceptible de su entorno, una mirada que toca, que del mismo modo que intenta atrapar algo para entenderlo lo suelta para seguir actualizando la percepción. Mis palabras solo son mías en el momento que las formulo.
Últimamente pienso en la satisfacción que produce el hacer algo importante, relevante, estético. Me gustaría pensar que lo que vaya a hacer no me importe tanto y pueda soltar aquello que me enamore profundamente. Abrazar fuerte sin ahogar.
Marina Suarez Ortiz de Zarate. Licenciada en Bellas Artes (UPV/EHU). Actualmente cursa el Master en Práctica Escénica y Cultura Visual (UCM, ARTEA, MNCARS). Trabaja e investiga en la sala Baratza de Gasteiz. Su recorrido artístico transita por prácticas como la danza, el teatro, la pintura, la escritura o el sonido y ha trabajado con varios colectivos que han complementado su recorrido artístico (Parasite, Tripak, Metrokoadroka, Hara Nori). No tiene una metodología, entiende la práctica artística como un espacio subjetivo y expandido donde poner en juego lenguajes que generen experiencias a partir de los deseos que mueven el cuerpo y así, seguir moviendo cuerpos.